Barcience

Escudo

Plano

WEB: www.barcience.com

ALCALDE

D. Víctor López Maquedano

GENTILICIO

Barcino/a

SITUACIÓN

Municipio y Villa que cuenta con una extensión geográfica de apenas 19 kilómetros cuadrados. Dista 24 kilómetros de Toledo y pertenece a la comarca de Torrijos. Su altitud es de 514 metros. Contaba con una población a 1 de enero de 2003 de 110 habitantes.

(Diccionario Enciclopédico de la provincia de Toledo)

ENTORNO NATURAL

Importantes extensiones de hábitats esteparios con cultivos exten­sivos de cereal, de singular importancia para aves como la avutarda (Ave del Año de Seo – Birdlife), el aguilucho cenizo, la ganga, la ortega.

Áreas adehesadas de bosque mediterráneo. Zona de campeo de águila imperial, buitre negro, águila perdicera, etc.

Interesantes zonas a conservar para la preservación del hábitat del lince ibérico.

(ACMADEN- Ecologistas en Acción,2005)

En concreto, el terreno es prácticamente llano y atravesado por el arroyo de Barcience. En torno al pueblo hay un pinar, privado y de repoblación, usado para esparcimiento local y que tiene continuidad hasta el castillo.

(Garcés Rubira, 1999)

ACTIVIDAD ECONÓMICA

Los secaderos de jamones tradicionalmente fueron la principal industria para sus habitantes, fábricas en las que trabajaban nume­rosos barcinos y que consiguieron sacar con gran éxito, abasteciendo al mercado nacional. Es un terreno además propicio para ejercitar la caza menor, del conejo y perdiz.

(Diccionario Enciclopédico de la provincia de Toledo, 2000)

MONUMENTOS Y CONSTRUCCIONES DE INTERÉS

 

Castillo de los Silva

Por la posición del castillo en zona elevada y estratégica, es muy posible que desde la época musulmana existiera ya alguna atalaya o torre fuerte; el hecho es que en ningún documento consta la existencia del castillo hasta el siglo XV. Su cons­trucción vendrá de la mano de la familia portuguesa de los Silva, que vino a apoyar a fines del siglo XIV a Juan I de Castilla en su pretensión de unir las coronas lusa e hispana. La cuestión era que el trono portugués había quedado vacante y sin heredero directo, situación aprovechada por el rey castellano para reclamar los derechos al reino de Portugal como esposo de la infanta Beatriz, hija del fallecido monarca portugués, Fernando I. La victoria de la Casa de Avis, en Aljubarrota, imposibilitó las aspiraciones del rey y los Silva, ante esto, hubieron de quedarse en Castilla.

El escudo y heráldica de los Silva, un gran león rampante, podemos verlo en lo alto de la torre del homenaje, esculpido en relieve y encuadrado por un alfiz. Se trata de un gigantesco escudo heráldico de unos casi cinco metros de altura por tres de anchura que se ha labrado directamente en la piedra.

Los Silva recibieron el título de condes de Cifuentes y fue entonces cuando levantaron el castillo para residencia de sus propietarios, más que como fortaleza militar. Pasó posteriormente por las manos de los duques del Infantado, Osuna y Pastrana. Siglos después, uno de los descendientes de este ducado, don Manuel de Toledo Salm-Salm, lo legó en testamento al papa León XIII que en el año de 1901 lo vendió a don Manuel de Taramona, un rico hacendado bilbaíno. Después pasó a la familia Calderón, actual­mente propietaria.

Este castillo, de planta cuadrada con torres en los ángulos y paños de mampostería con buenos sillares en las esquinas, es de pequeño tamaño. El castillo se embellece con arcos ciegos en serie, que separan los distintos cuerpos de las torres y la parte alta de la muralla. Se halla muy bien conservado. Se construyó en el siglo XV, con un foso y otros elementos defensivos.

Únicamente sirvió para ostentación señorial, mostrando en todo su contorno un recinto exterior de muy escasa envergadura, que hubo de ser probablemente una especie de escueta defensa. Estaba protegido en su costado norte -por donde el edificio tiene su acceso más fácil- a través de un foso de unos cinco metros de anchura que en la actualidad todavía se observa con claridad. En este lado se encontraba el ingreso al recinto por medio de un puente levadizo defendido por dos salientes garitones con bóveda de ladrillo que aún se conservan.

Las torres de los ángulos son cuadradas en el frente (levante), rema­tando una de ellas con un cuerpo octogonal superior; de planta circular son las del lado.

Sus muros, de gran fortaleza, son totalmente lisos, horadándose con algunos vanos de amplia luz en la zona correspondiente a las estancias altas y estrechos huecos atronerados en los niveles más bajos.

El acceso al interior del recinto se realiza por el flanco este a través de un gran arco adovelado de medio punto. Su interior no conserva resto alguno de edificaciones, tan sólo en los muros de mampos­tería se observan las huellas de forjado de cubrición de las antiguas dependencias sostenidas por vigas de madera.

La torre del homenaje se conserva en muy buen estado, ofre­ciéndose en su exterior el detalle más comentado e interesante de todo el edificio, el gigantesco escudo heráldico de la familia Silva.

(Martín Montes, 1999)

Testigo del vivir y sentir de este pueblo, son estas coplas que mencionan estas piedras:

El castillo de Barcience

Se esta cayendo

Una pulga y un piejo

Lo están sosteniendo

(Almoguera Cabrera, 2005)

Antiguo Ayuntamiento

El edificio actualmente se encuentra en un estado de ruina progresiva; es de filiación neomudéjar y data del siglo XX.

El acceso centrado se hace, a través de un elegante arco de herradura al que flanquean dos semipilastras que rematan en un denticulado y almenado superiores.

El recercado de las esquinas, denticulado imitando la disposición de sillares, se ha ejecutado en ladrillo.

Se trata de un magnífico ejemplo de arquitectura institucional entendida como un elemento de actuación conjunta , al igual que toda la población.

(Martín Montes, 1999)

Iglesia parroquial de Ntra. Sra. la Blanca

Construcción del siglo XVI, de estilo renacentista.

Iglesia de planta salón con coro levantado en el hastial de los pies y arco triunfal de medio punto que da paso al presbiterio. En su flanco izquierdo, se abren dos dependencias, una de las cuales accede al campanario y, en el derecho, se ubica el ingreso a la sacristía.

En el exterior es de destacar el volumen del presbiterio respecto a la nave, la torre-campanario con dos vanos y un porche que apoya en dos muros.

La cubrición general es a doble vertiente en la nave y el cabecero. Los paramentos, por su parte, se forman con sillares en los ángulos excepto el arco triunfal fabricado en mampostería de piedra y recercado de ladrillo largo en esquinas.

El templo ha sido sometido a sucesivas e infortunadas, en algunos casos, reformas y restauraciones.

(Martín Montes, 1999)

 

Casa de los Taramona

Complejo agropecuario de estilo popular y del siglo XX.

Es un caserón en esquina resuelto en dos alturas, más la troje. La planta inferior consta de varias ventanas rectangulares con dinteles de clave marcada en ladrillo. La parte alta posee balcones en alter­nancia con ventanas y la troje pequeños vanos con dinteles como en la planta baja.

Las distintas dependencias de la vivienda se organizan en torno a un patio que ocupaba toda la manzana (actualmente dividida con edifi­caciones de diferente tipo: agropecuaria, maquinaria, personal…).

El recinto se completa con una edificación a modo de torreón que aloja un reloj y que presenta las mismas características construc­tivas.

Se trata de un interesante complejo agropecuario deteriorado, en parte, al haber sido dividida la propiedad.

(Martín Montes,1999)

EDIFICIOS DESAPARECIDOS

Casa de los Condes de Cifuentes

Fue su constructor don Juan de Silva, conde de Cifuentes, cuya familia había levantado a mediados del siglo XV el gran castillo en lo alto de la loma que otea el pueblo. En 1555, este personaje contrató al cantero Alonso de Aniñón para que iniciara las obras, según trazas y condiciones que previamente había dado Alonso de Covarrubias, configurando un patio con doce pilares de orden dórico los de piso bajo, y jónicos los del alto. En 1576, a la muerte de Covarrubias aún no se habían terminado las obras. Otras referencias nos dicen que el palacio era un joya del renacimiento.

(Marías, 1986)

Casa del Duque de Pastrana

Esta casa se levantó en la segunda mitad del siglo XVI y debió de ser una casa de labor más que mansión señorial, pues así lo indica en el plano que de la misma se conserva en el Archivo Histórico Nacional. Posiblemente, la construyera el duque para residencia de sus administradores en esa tierra.

Según una teoría de García Martín, sobre esta casa se levantó la actual de los Taramona, a principios del siglo XX.

(García Martín,2002)

Matadero “La Piedad”

Tristemente desaparecido en las últimas obras de urbanización y ampliación del municipio. Fue un elemento representativo de la arquitectura industrial de la zona, dentro del conjunto del programa urbanístico de este municipio de principios de siglo XX.

El edificio estaba realizado en arquitectura neomudéjar y la fachada tenía un panel de cerámica talaverana de los talleres de Ruiz de Luna.

(Almoguera Cabrera, 2005)

FIESTAS

Fiestas Patronales de Santa Julita

Se conmemora a mediados de junio, suele ser el tercer fin de semana. Se festeja también la víspera de la santa, en la plaza. Entre los actos más representativos hay misa, procesión y verbenas.

TRADICIONES

Toro de fuego

Hace años, la fiesta de Santa Julita se celebraba con un toro de fuego, esto era un hombre disfrazado de toro de cuya estructura salían cohetes. Así iba desfilando por el pueblo y en compañía de los vecinos, entre las risas de chiquillos y sorpresa de mayores.

(Almoguera Cabrera, 2005)

Día del campo

Otra fiesta popular que no es propiamente barcina, es la del día 1 de mayo, coincidiendo con el Día del Trabajador.

Muchos vecinos, sobre todo de Torrijos, acuden al pinar para pasar un día campero, con tortilla de patatas como comida.

(Almoguera Cabrera, 2005)

Comer la tortilla

Fiesta no propia de Barcience, sino de la vecina población de Huecas, que se celebra el Domingo de Ramos con la tradición de ir al sugestivo paraje de los Chaparros en Barcience, y pasar un día campero, con las meriendas.

 

GASTRONOMÍA

Es tierra abundante en caza. Destaca en su gastronomía el cocido de puchero a fuego lento, conocido como “cocido barcino” y que tan sabiamente preparan en los fogones de sus dos restaurantes. Cabe resaltar también el conejo al ajillo.

(García Vázquez, sa.)

 

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